Coincidiendo con los 5 años de las elecciones del 21-D en Cataluña (a las que dediqué mi investigación doctoral), he publicado dos piezas de análisis y me han hecho una entrevista.
Algunos apuntes:
- El 2017 fue un momento de pico: tanto en el empoderamiento ciudadano como del sentimiento de fractura en la sociedad.
- La esfera pública estaba saturada de mensajes polarizantes (unos discursos políticos cada vez más crispados, una cobertura mediática que enfatizaba el conflicto, la narrativa del partido que acabaría ganando las elecciones sobre la supuesta ruptura de la sociedad catalana en dos mitades irreconciliables, los titulares que recogían los sondeos del sí/no a la independencia, y la lectura de los resultados electorales en clave plebiscitaria).
- Los mensajes polarizantes han podido producir una falsa imagen de la realidad social en la ciudadanía. Y es que en las preferencias de la población catalana respecto del término del procés se ve la consolidación de un centro social que demandaba pactar con Madrid más autogobierno para Cataluña (el porcentaje se mantiene estable alrededor del 45% por lo menos entre 2015-2018).
- Sobre la desinformación, lo que la investigación académica ha ido confirmando es que fue usada tanto por promotores como por contrarios a la independencia, que su objetivo era desprestigiar al contrario, que su alcance e impacto real son difíciles de cuantificar, y que se concentraban especialmente en las echo chambers de los partidos.
- La imposición de la cuestión de la independencia en la agenda pública y el frame conflictual desde el que se consideraba, pueden haber tenido un efecto más dañino para la esfera pública que los elementos desinformativos (contenidos inventados, engañosos, con falsos contextos... publicaciones partidistas o vehículos de injerencia externa como RT o Sputnik).
- Pese a la agitada vida de los partidos y las inflamadas narrativas que impulsan, los ciudadanos quieren diálogo político y muestran su insatisfacción respecto de los políticos. Así era entonces y así sigue siendo ahora, 5 años después.
Anàlisi | Les eleccions del 21-D (no) van ser excepcionals
— NacióDigital (@naciodigital) December 20, 2022
✍️ @miquel_urmeneta, periodista i doctor en Comunicació per la @UABBarcelona https://t.co/KM1mDnbNhS
Cinc anys després de les eleccions del 21-D, amb la guerra a Ucraïna, la inflació i la Covid, pot semblar que tot ha canviat, però alguns elements perduren i hi ha lliçons pendents
— NacióDigital (@naciodigital) December 20, 2022
✍️ @miquel_urmeneta, doctor en Comunicació per la @UABBarcelona https://t.co/KM1mDnbNhS
💭 "El divorci entre percepcions i la realitat social, entre la imatge del món -i de nosaltres mateixos- que ens ve de l’esfera pública i la que donen les ciències socials, és molt estès i encara dura"
— Principal (@principal_cat) December 22, 2022
✍️ @miquel_urmeneta https://t.co/DQO5QSalck
💭 "Tant els partidaris com els detractors del projecte independentista van fer servir la desinformació amb l’objectiu de desacreditar el contrari"
— Principal (@principal_cat) December 22, 2022
✍️ @miquel_urmeneta https://t.co/DQO5QSalck
ENTREVISTA 🎙 | @miquel_urmeneta : "El 21-D de fa 5 anys va haver-hi molta desinformació per les dues bandes, però amb poca incidència"#SantCugat https://t.co/YYcZdn4dfL
— Cugat Mèdia (@cugatmedia) December 21, 2022
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